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La política y su influencia en las Fusiones y Adquisiciones: Un caso de EEUU


Desde la victoria de Donald Trump en las urnas, el gobierno norteamericano ha tomado medidas en aras de proteger la economía del país, sus empresarios y a su producción industrial en general. Específicamente, estas medidas comenzaron a hacerse evidentes en las relaciones con China, donde ambos países (dado un primer ataque de Trump) comenzaron a subir los aranceles a ciertos productos de manera desmedida, con el fin de incentivar el consumo de productos norteamericanos al interior de Estados Unidos y así mover la economía nacional.

A comienzos de marzo del 2018 la firma Broadcom, localizada en Singapur, venía realizando un proceso de análisis a una compañía norteamericana con el fin de adquirirla. El target era Qualcomm, un gigante de la industria de microchips y de la investigación en el desarrollo de productos y servicios relacionados con tecnología. Para este momento, Broadcom hizo una oferta no anunciada a los socios de Qualcomm con el fin de comprar su participación, lo que tomó por sorpresa a los dueños de la compañía norteamericana.

No obstante, la mayor sorpresa se la llevó todo Wall Street al saber que el gobierno, liderado por Donald Trump, se opuso y prohibió la adquisición que se iba a realizar. Según el mandatario estadounidense, la operación representaba un riesgo para la seguridad nacional puesto que Qualcomm estaba bastante avanzada en el tema de la conectividad a internet 5G, y algunos de los dueños de la propiedad intelectual de Broadcom eran de origen chino, por lo que les daría acceso a información de gran relevancia en materia de tecnología. De este modo, dado que el gobierno norteamericano está velando por llevar a cabo políticas proteccionistas tanto en materia económica como en materia de seguridad, esta compra no estaría alineada con sus ideales y para lo que espera el gobierno de su país en un futuro cercano.

Ahora bien, de haberse dado la compra de la compañía, esta hubiese representado una operación de 117 billones de dólares, la que es posiblemente la transacción más grande que se ha dado en este sector en la historia de la Banca de Inversión.

Este episodio muestra de manera evidente cómo hay riesgos políticos en las transacciones de compras, fusiones o adquisiciones que se llevan a cabo en el día a día. En este caso, las políticas proteccionistas son la razón de fondo para prohibir la transacción. El gobierno trata de evitar a toda costa que compañías o personas extranjeras sean dueños de compañías norteamericanas, y más de compañías de tanto peso. Esto es importante porque es un riesgo transaccional, uno que no está internalizado en la valoración de la compañía per se, pero que deben tener en cuenta las partes involucradas a la hora de realizar un transacción. Así mismo, y como se dijo con anterioridad, esta pudo ser una de las transacciones más grande (si no la más) en monto de transacción en la historia de la banca. Una transacción de esta magnitud da confianza al mercado, a los inversionistas, le da solidez a los sectores y agrega valor al mismo, por lo que siempre es una gran pena que no se puedan consolidar este tipo de operaciones.

Fuentes: Bloomberg, Reuters.


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