La nueva estrategia contra el cambio climático
Uno de los principales objetivos que se ha establecido en la mayoría de los países de todo el mundo es combatir el cambio climático y en consecuencia la descarbonización del planeta, es así como se viene trabajando desde hace tiempo de la mano el sector público y privado para lograr tal objetivo; en razón a tal situación, se ha dado lugar a la implementación de un nuevo combustible denominado hidrógeno verde como uno de los pilares para cumplir con el objetivo establecido a nivel mundial.
El hidrogeno verde se logra producir a partir del agua y la energía renovable; la materia prima de este componente es el agua del mar que, mediante la implementación de energías limpias se descompone su molécula (electrólisis) generando como consecuencia la creación de hidrógeno que, en últimas es gas a gran escala, el cual, finalmente, se almacena en recipientes especiales por su estructura gaseosa.
Hoy en día, el hidrógeno verde se utiliza en procesos de refinación de combustibles fósiles y en la producción de químicos, como el amoniaco; sin embargo, se ha considerado otorgarle otro tipo de funcionamiento como energía, la cual se utilizaría para transporte (trenes, buses, carga pesad, ferry, barcos), calor y potencia para edificios, calor y potencia para industria y, como materia prima para industria (Metanol, acero)
Aplicaciones y evolución:
En el mundo
Australia es el país que se encuentra liderando los planes de producción del hidrogeno verde teniendo en tal territorio cinco megaproyectos, el proyecto más importante y más grande – de ese país y del mundo – es el Asian Renewable Energy Hub donde se planea construir una serie de plantas con electrolizadores con una capacitad total de 14 gigavatios (GW), así mismo Países Bajos también tiene proyectos que prevén la construcción de al menos 10GW de electrolizadores; por su lado, en Latinoamérica, Chile es el país que ha dirigido el tema respecto a este nuevo combustible limpio, dado que en noviembre de 2020 presentó la “Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde” teniendo a esta fecha, dos proyectos en desarrollo, al respecto: el primero de ellos denominado HyEx y el otro Highly Innovative Fuels (HIF), mediante los cuales se pretende instalar 16 Megavatios (MW)
Teniendo lo anterior, es evidente que la implementación del hidrógeno verde como combustible funcional para el diario vivir en la sociedad, y es una propuesta que se encuentra en marcha puesto que los Gobiernos están tratando de sanear diferentes situaciones como lo son el cambio climático, las oportunidades sociales y el desarrollo económico.
Actualmente, los proyectos de hidrógeno verde se están realizando lentamente dado que su costo de producción e implementación son muy altos; razón por la cual se debe apoyar su financiación tanto por parte del Estado como del sector privado, para así lograr el desarrollo de tal tecnología.
En tal sentido, se deberá tener muy en cuenta por parte de las diferentes entidades financieras, bancas de inversión y empresas, los proyectos que se desarrollaran respecto al hidrógeno verde puesto que es una apuesta de muchos países en el mundo ya que es el combustible que, consideran, ayudará a la lucha del cambio climático ya que no emite gases contaminantes y ayuda a mejorar la integración de la energías renovables.
En Colombia
El panorama respecto al hidrogeno verde está tomando relevancia, al respecto el Ministerio de Minas y Energía , de la mano con el Banco Interamericano de Desarrollo, publicó el 3 de octubre de 2021 una hoja de ruta para incluir este combustible en la matriz de energías limpias y renovables del país; en tal documento se plantea iniciar 13 proyectos con hidrogeno verde que tengan como objetivo usos industriales, transporte, generación eléctrica y blending con gas natural y se espera en el año 2022 iniciar como los 3 primeros proyectos en el país.
Dentro de la hoja de ruta estructurada por el Gobierno Colombiano, se plasmaron cuatro ejes para desarrollar tales proyectos, los cuales son: i. habilitadores jurídicos y regulatorios; ii. instrumentos de desarrollo de mercado; iii. apoyo al despliegue de infraestructura e, iv. impulso al desarrollo tecnológico e industrial.
Mediante los ejes mencionados el país pretende reglamentar y garantizar la implementación del hidrógeno, analizar mecanismos de financiación para los proyectos y estudiar incentivos que impulsen tal combustible, estudiar la disponibilidad de recursos naturales, coordinar temas de infraestructura con sistemas eléctricos e impulsar el H2 en el mercado.
De conformidad con lo anterior, Colombia tiene como objetivo que en el 2030, el hidrogeno verde no cueste más de 1,7 dólares por kilo y en el 2050 gire a en torno a un dólar el kilogramo; tiene programado que hacia los próximos 10 años exista una capacidad de 1 a 3 GW para electrolisis.
Con lo aquí indicado se puede establecer que, la inversión en hidrógeno debe ser analizada por parte de las entidades interesadas en posicionarse en tales temas, teniendo en cuenta que la mayoría de los Gobiernos a nivel mundial están realizando proyectos para su implementación a mediano plazo; en tal sentido, se deberá tener muy en cuenta que en los próximos 10 años, el hidrógeno verde podrá considerarse como uno de los combustibles más valiosos y rentables tanto económica como medioambientalmente en el mundo.
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